El camino correcto: RSE por la igualdad
Nunca hubo tantas mujeres trabajando en España. No lo decimos nosotros, así lo recoge el Informe del Ministerio de Trabajo del año 2019. Un documento que refleja que durante los últimos 15 años la mayor parte del empleo creado ha sido femenino, lo que ha supuesto un aumento de 1.982.900 trabajadoras. Pero también nos deja otro dato demoledor, y es que existen más de 2 millones de mujeres trabajando a tiempo parcial frente a 762.000 hombres. Las razones de esta gran diferencia las encontramos en la necesidad que tienen muchas mujeres de compaginar su trabajo fuera de casa con el cuidado de hijos, adultos enfermos o con las propias tareas del hogar.
La tasa media de actividad femenina ha crecido con mayor intensidad antes y durante el periodo de crisis económica, situando nuestra media nacional por encima de la europea. Sin embargo, los datos reflejan que en los últimos años estamos sufriendo un estancamiento. El mercado laboral actual nos deja 10.641.600 mujeres trabajadoras, lo que supone el 46,5% del total de la población activa y se traduce en 1.585.600 mujeres activas menos que hombres. Con estas cifras, la brecha de género es de 11,37 puntos -64,45% de los hombres y 53,08% de las mujeres-. Por tanto, aunque esta grieta se ha ido reduciendo, persiste con un importante frenazo en los últimos cinco años.
Se ha avanzado bastante y estamos en el camino correcto, pero lo cierto es que todavía queda mucho por hacer en el terreno de la igualdad laboral. Y, llegados a este punto, es donde la responsabilidad social empresarial en cuanto a igualdad y conciliación entra en juego. Todas las compañías, independientemente de su tamaño, deben ser conscientes de la importancia de llevar a cabo un comportamiento socialmente responsable. Y, para ello, deben integrar los objetivos y las medidas que indican las leyes de igualdad. Con ello no sólo conseguiremos mejorar la sociedad en la que vivimos, caminando hacia la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, sino que también dotaremos a nuestras empresas de un mayor valor y calidad.
“La Guía para la aplicación del principio de Igualdad en la gestión empresarial” señala que las compañías que gestionan la diversidad e igualdad de oportunidades mejoran su reputación e imagen, fidelizan, acceden a nuevos clientes e inversores, retienen y captan el talento profesional e incrementan la productividad debido a la satisfacción de sus trabajadoras y trabajadores. Uno de los últimos informes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) también apunta que las empresas con presencia de mujeres en sus puestos directivos mejoran sus resultados entre un 5% y un 20%. El mismo documento afirma que la participación de las mujeres en puestos directivos en nuestro país no para de aumentar desde el 2003. Lejos estamos todavía del 40% de USA, del 35% de Reino Unido o de la paridad total -el objetivo deseable-, pero ya superamos -con una tasa del 30% en 2019- a países como Alemania.
Para aplicar la igualdad de género en la gestión de personal es fundamental acabar con los estereotipos, tanto en la búsqueda como en la inserción y promoción de los profesionales. Otros aspectos fundamentales son adaptar las condiciones de trabajo y los horarios a las necesidades de los trabajadores, fomentar que las responsabilidades laborales, familiares y sociales no tengan diferencias de género, favorecer la participación activa de las mujeres en la empresa y, por último, lograr un entorno laboral libre de violencia de género, impidiendo todo tipo de acoso.
El Plan de Igualdad ideal es aquel que es COLECTIVO, con actuaciones no sólo para las mujeres; TRANSVERSAL, implicando a todos los departamentos de la compañía; DINÁMICO, sometido a cambios constantes; SISTEMÁTICO-COHERENTE, consiguiendo la igualdad por el cumplimiento de objetivos; FLEXIBLE, en función de las necesidades y posibilidades de aplicación; y TEMPORAL, terminando cuando se haya conseguido la igualdad real entre mujeres y hombres.
Tras un año de la entrada en vigor del Real Decreto-ley 6/2019 de medidas urgentes para la garantía de igualdad de trato y oportunidades en el empleo y la ocupación, recordamos las ventajas del plan de igualdad. ¿Quieres que te ayudemos a definir e implantar el tuyo? Contacta con nuestros expertos en consultoría de género, quienes además podrán aconsejarte con los también obligatorios protocolos de actuación ante el acoso en el trabajo.
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