Los agentes del cambio, figura fundamental en la reconstrucción empresarial
Cada vez resulta más complejo introducir cambios en nuestras organizaciones. No podemos saber con anticipación si cuando los apliquemos funcionarán o no y, por otro lado, tampoco somos capaces de asegurar que las soluciones que anteriormente hemos empleado con resultados satisfactorios vayan a darnos el mismo fruto a la hora de resolver los problemas actuales.
Las organizaciones son sistemas vivos. Nos hemos pasado muchos años intentando crear procesos mecánicos y repetibles de trabajo, pero ahora mismo es muy difícil que funcionen. En un contexto de incertidumbre, volatilidad, complicidad y ambigüedad como el que estamos viviendo, se vuelve necesario un enfoque distinto de la gestión del cambio basado en la aplicación de prácticas modernas. Situaciones complejas requieren soluciones diferentes.
Grupo Clave y Kelea se alían para seguir aportando soluciones innovadoras adaptadas a las necesidades actuales del mercado y a los procesos de cambio que están viviendo las compañías en esta situación post-pandemia. ¡Súmate al cambio! PINCHA AQUÍ e inscríbete en nuestro TALLER sobre Lean Change Management y conviértete en un agente del cambio lean certificado.
Renovarse o morir
Está demostrado que los modelos de gestión del cambio tradicionales han fracasado, mayoritariamente condicionados por dos factores importantes: la gente es impredecible y no podemos saber cómo se va a comportar el equipo, y los sistemas aplicados no se basaban en procesos bien estructurados. Hay infinidad de antiguos modelos, pero son bastante lineales y se han quedado obsoletos ya que la realidad de nuestras empresas no tiene nada que ver con la de hace unos meses.
Acercar las diferentes prácticas de gestión del cambio a los diversos ámbitos se ha convertido en imprescindible. Nos referimos a entornos que incluyen desde las claves de la gestión del cambio tradicional que todavía se pueden aplicar con éxito, hasta la transformación digital y la implantación de nuevas herramientas informáticas para dar respuesta a necesidades específicas, los recursos humanos que tengan que ver con el desarrollo de las personas, las prácticas del desarrollo organizativo o el enfoque agile basado en los equipos de desarrollo; por ejemplo. Podemos hablar de múltiples procesos de gestión del cambio.
Lean Change Management
La gran diferencia de LCM frente a los modelos tradicionales reside en que los modelos tradicionales estaban enfocados a un plan con fecha de comienzo y fin, sin dar opción a posibilidades de error. El enfoque de LCM, sin embargo, está basado en el feedback: proyectamos los cambios y evolucionamos nuestro modelo basándonos en resultados reales. Persiguiendo el objetivo a alcanzar, vamos dando los pasos necesarios que nos permitan evolucionar para trabajar en entornos donde la incertidumbre es muy alta. Recordemos que cuando trabajamos con equipos humanos la incertidumbre siempre es alta, pero ahora más que nunca.
Las personas tienen que estar siempre en el centro. Trabajamos con sistemas orgánicos respaldados por equipos. Debemos tener claro que, si la plantilla no apoya el cambio, no lograremos conseguir nada. Utilizaremos metodologías Push y Pull: cuando el equipo no está preparado lo mentorizaremos para que sepa dar el siguiente paso y, cuando llegue el momento, serán los propios empleados quienes empujen y propicien el cambio.
Como agentes del cambio, a veces tendremos que ser facilitadores y otras mentores o, incluso llegado el momento, ejerceremos como coachs para solucionar los conflictos que vayan surgiendo. El papel de agente del cambio consistirá en conseguir que cale en la gente y que se genere un espacio de conversación entre los equipos para que todos se impliquen en el proceso:
- Trabajar por propósito, no por urgencia.
- Experimentar el cambio, entendiéndolo como una prueba para saber si va a funcionar.
- Cocreación. Los equipos tienen que participar y opinar en el proceso que concretará el modelo. La comunicación se convierte, una vez más, en una pieza fundamental. No podemos obligar al cambio; debemos ajustarnos al contexto y comunicar qué queremos cambiar y porqué.
Manifiesto Agile
LCM es un modelo guiado por el manifiesto Agile: ¡Personas e interacciones! Desde el minuto uno conseguiremos que afloren pequeños experimentos que podremos poner en marcha con rapidez. Trabajaremos con nuevas herramientas prácticas que nos permitirán ser efectivos desde el principio e involucrar a todos los afectados en algún momento del proceso, dejando espacio para todos los modelos de pensamiento y técnicas posibles. People First, este sistema de gestión del cambio orientado a la acción pone en el centro a las personas afectadas por el cambio.
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