Edadismo laboral

La crisis de 2008 provocó que muchas personas empleadas perdieran sus trabajos sin posibilidad de reincorporarse al mercado laboral durante meses e incluso años. Dentro de esa población, las personas trabajadoras de mediada edad se vieron muy perjudicadas por dicha situación, ya que muchas tuvieron dificultades para encontrar un empleo al terminar la recesión y algunos nunca volvieron a hacerlo por una cuestión de edad. Este tipo de discriminación laboral es conocida como edadismo, pero ¿qué es y cómo podemos combatirlo? ¡Sigue leyendo para descubrirlo!

¿Qué es el edadismo laboral?

El origen del término “edadismo” se remonta a los años 60, cuando lo introdujo el gerontólogo Robert Butler, y hace referencia a los prejuicios y clichés relacionados con la edad que provocan casos de desigualdad en diferentes ámbitos de la sociedad. Al hablar de edadismo laboral, nos referimos a la discriminación que sufren las personas trabajadoras de más de 55 años por el simple hecho de superar el decalustro de vida.

Esta exclusión es uno de los principales motivos por los que se ha duplicado la tasa de paro entre las personas trabajadoras consideradas senior o de mayor edad desde el 2008, cuando había un 5,82%, hasta el 12,75% de 2021. Así, las personas empleadas mayores de 55 años forman uno de los grupos más vulnerables del mercado laboral, junto a las mujeres, los jóvenes y los inmigrantes. La duración del desempleo de este colectivo, el auge de las personas trabajadoras de forma autónoma y el emprendimiento son las dificultades que han agravado la situación de empleo de los “senior” desde el boom financiero.

De los 3,6 millones de personas trabajadoras senior que trabajaban en España en 2021, el 2,8 lo hacía por cuenta ajena, por lo que se puede decir que las personas empleadas de más de 55 años han sido relevadas a trabajar de forma autónoma con todo lo que eso implica. En España hay, en la actualidad, 930.000 personas mayores de 50 años en situación de desempleo, lo que significa que las personas profesionales sénior representan casi el 30% del total de parados que hay en el país.

Está claro que nos encontramos ante un problema real para las personas trabajadoras de mayor edad a la hora de reincorporarse a un puesto de trabajo ¿Por qué se les aparta de las oportunidades laborales?

¿Por qué se produce el edadismo laboral?

Las personas trabajadoras sénior tienen que luchar contra ciertos prejuicios que hay hacia ellos en el mundo laboral, como por ejemplo que tienen un salario más alto, que son menos flexibles o que son receptivos a la hora de aprender cosas nuevas. Uno de los clichés más extendidos sobre las personas empleadas de más de 50 años es el de la brecha digital. Sin embargo, un estudio de Fundación SAVIA demuestra que la tecnología no ha sido un impedimento real para que muchos sénior trabajaran desde casa durante la pandemia de la COVID-19 y además afirma que el 95,5% estaría dispuesto a seguir trabajando en remoto.

Como cualquier otro tipo de discriminación, el edamismo laboral o discriminación por edad está prohibida por la Ley de Sanciones e Infracciones en el Orden Social y se considera como una infracción muy grave el “establecer condiciones, mediante la publicidad, difusión o por cualquier otro medio, que constituyan discriminaciones favorables o adversas para el acceso al empleo por motivos de sexo, origen, incluido el racial o étnico, edad, estado civil, discapacidad, religión o convicciones, opinión política, orientación sexual, afiliación sindical, condición social y lengua dentro del Estado”.

No son todo malas noticias para las personas trabajadoras más veteranas. Hay ciertos nichos en los que se considera muy valiosas a las personas empleadas de mayor edad como los sectores de la ingeniería, la farmacia, la salud y la tecnología.

Los años también proporcionan ventajas a la hora de encontrar un empleo. Una trayectoria larga en el mundo laboral brinda muchas oportunidades como la de conocer gente interesante que puede convertirse en un buen contacto en una situación de desempleo, algo fundamental si tenemos en cuenta que la red de contactos es la principal vía de acceso a un nuevo puesto de trabajo para los mayores de 50 años.

Lo que es una realidad es que las personas trabajadoras de mayor edad rinden igual o mejor que las más jóvenes, entonces ¿cómo podemos combatir el edadismo laboral? ¡Lo descubrimos a continuación!

¿Cómo combatir el edadismo laboral?

Para evitar el edadismo laboral o la discriminación por edad, hay varias acciones que podemos llevar a cabo desde las empresas con el objetivo de que las personas mayores de 50 años o sénior no se sientan discriminadas o en desigualdad de condiciones a la hora de buscar empleo:

1. Disociar vejez y enfermedad: Ser una persona “mayor” se asocia con tener una salud debilitada y en el mayor de los casos no se corresponde con la realidad.
2. Promover la relación intergeneracional: Las relaciones entre distintas generaciones enriquece los conocimientos y los puntos de vista de las personas.
3. Fomentar la autonomía y la independencia: No debemos sobreproteger a las personas mayores simplemente por el hecho de serlo, ni dar por hecho que gozan de menos capacidades físicas. Igualmente, no es justo menospreciar las aptitudes de los más jóvenes a la hora de emanciparse.
4. Estudiar las capacidades de cada persona independientemente de su edad: Es importante que nos centremos en cada persona como individuo único, sin tener en cuenta su edad, a la hora de juzgar sus capacidades.

Si quieres evitar el edadismo laboral en tu empresa, no dudes en contactar con el equipo de profesionales de Grupo Clave. Nuestros 32 años de experiencia en alta consultoría nos avalan.

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