Combatiendo los sesgos de género y edad en la selección y gestión del talento

En el mundo laboral actual, es fundamental reconocer y combatir los sesgos de género y edad que pueden influir en la selección y gestión del talento dentro de las empresas. Estos prejuicios, a menudo inconscientes, no solo afectan negativamente a las personas discriminadas, sino que también limitan la capacidad de las organizaciones para desarrollar equipos diversificados y altamente eficaces.

Para saber más sobre los sesgos y cómo erradicarlos, ¡sigue leyendo!

¿Qué son los sesgos de género?

Los sesgos de género se refieren a preconcepciones o predisposiciones inconscientes o conscientes hacia individuos basadas en su género, que afectan de manera injusta la manera en que se percibe, se evalúa y se trata a dichas personas. Estos sesgos pueden manifestarse en diversos ámbitos de la vida, incluyendo el lugar de trabajo, la educación, los medios de comunicación, y las interacciones cotidianas.

Los sesgos de género a menudo derivan de estereotipos culturales arraigados sobre los roles y comportamientos que se consideran «apropiados» para hombres y mujeres. Estos estereotipos pueden limitar las oportunidades y los recursos disponibles para las personas, basándose únicamente en su identidad de género.

Las preconcepciones basadas en el género pueden perjudicar a cualquier persona cuya identidad de género no se alinee con las expectativas tradicionales de masculinidad y feminidad. Es por eso que resulta elemental que las organizaciones erradiquen ese tipo de discriminaciones para lograr un ambiente de trabajo óptimo entre las personas empleadas, con el fin de conseguir la máxima rentabilidad para las empresas.

Consejos para erradicar los sesgos

Combatir los sesgos de género o edad implica reconocer su existencia y trabajar activamente para desmantelar las estructuras y prácticas que los perpetúan, lo que puede incluir la implementación de políticas de igualdad de género, programas de formación en diversidad e inclusión, y mecanismos para promover una representación equitativa de todos los géneros en todos los niveles de una organización o sociedad.

Algunas de las estrategias inclusivas que pueden usar las empresas para promover un ambiente de trabajo más justo y equitativo, son:

1. Concientización y educación:

El primer paso para combatir los sesgos es reconocer que existen. Las empresas deben fomentar programas de capacitación que sensibilicen sobre los sesgos de género y edad, destacando cómo estos pueden influir en decisiones como contrataciones, promociones y evaluaciones de desempeño. La educación continuada sobre diversidad e inclusión puede ayudar a crear una cultura corporativa más consciente y respetuosa.

2. Implementación de políticas claras de igualdad

Las organizaciones deben establecer políticas claras que promuevan la igualdad de oportunidades para todas las personas, independientemente de su género, edad u otras características personales. Esto incluye protocolos específicos para evitar la discriminación en procesos de selección, criterios objetivos para promociones y un sistema de denuncias efectivo para quienes sientan que han sido víctimas de prejuicios.

3. Uso de tecnología y datos para tomar decisiones objetivas

La tecnología puede ser una herramienta poderosa para minimizar los sesgos en la selección y gestión del talento. El uso de un software de reclutamiento que analiza las competencias y experiencias de forma anónima, sin revelar la edad o el género de la persona candidata, puede ayudar a garantizar una selección más objetiva. Asimismo, el análisis de datos puede identificar patrones de discriminación inadvertida en las prácticas de contratación y promoción, permitiendo tomar medidas correctivas.

4. Fomentar la diversidad en equipos de selección

Los equipos de selección diversificados son menos propensos a caer en sesgos de género y edad. Al incluir personas de diferentes edades, géneros, antecedentes culturales y experiencias de vida en estos equipos, se promueve una evaluación más equitativa de los candidatos, basada en una amplia gama de perspectivas.

5. Promover personas mentoras y modelos a seguir diversificados

Las empresas deben alentar la mentoría y el patrocinio de las personas empleadas por parte de líderes de todos los géneros y edades. Tener acceso a personas mentoras y modelos a seguir que han superado barreras relacionadas con el género o la edad puede ser enormemente positivo para las personas trabajadoras y ayudar a desmantelar estereotipos perjudiciales.

6. Revisión regular de salarios y beneficios

Es crucial realizar revisiones periódicas de la estructura salarial y los beneficios para asegurar que no existan disparidades injustificadas que puedan atribuirse a sesgos de género o edad. La transparencia en cuanto a cómo se determinan los salarios y los ascensos puede contribuir significativamente a un ambiente de trabajo más equitativo.

7. Fomentar la flexibilidad laboral

La flexibilidad en el horario y lugar de trabajo puede ser beneficiosa para combatir los sesgos de género, especialmente aquellos que afectan a las mujeres, quienes históricamente han asumido una mayor responsabilidad en el cuidado del hogar y la familia. La flexibilidad también puede ser un factor importante para las personas trabajadoras de mayor edad, quienes pueden necesitar adaptaciones por motivos de salud o deseen un enfoque gradual hacia la jubilación.

8. Evaluaciones de desempeño basadas en resultados

Las evaluaciones de desempeño deben centrarse en los resultados obtenidos y los objetivos alcanzados, más que en factores subjetivos que pueden estar influenciados por sesgos personales. Establecer criterios claros y medibles para las evaluaciones ayuda a garantizar que todas las personas sean juzgadas equitativamente según sus méritos y contribuciones.

9. Creación de grupos de recursos para personas empleadas

Los grupos de recursos para personas trabajadoras, centrados en género, edad y otras dimensiones de la diversidad, pueden ofrecer apoyo, fomentar el compañerismo y servir como canales de comunicación efectivos entre quienes forman la plantilla y la gerencia. Estos grupos también pueden desempeñar un papel crucial en la identificación de problemas relacionados con sesgos y proponer soluciones.

10. Compromiso continuo con la mejora

Es importante reconocer que la lucha contra los sesgos de género y edad es un proceso continuo. Las empresas deben comprometerse a revisar y ajustar regularmente sus políticas y prácticas para reflejar mejor los principios de inclusión y equidad.

Al implementar estas estrategias, las organizaciones no solo pueden crear un ambiente de trabajo más justo y respetuoso para todas las personas trabajadoras, sino que también se pueden beneficiar de una mayor diversidad de pensamiento, experiencia y creatividad en su plantilla. Combatir los sesgos de género y edad no es solo una cuestión de justicia social; es una estrategia inteligente de negocio que puede impulsar la innovación y el éxito en el mercado global y competitivo en el que vivimos. Si quieres erradicar los sesgos en tu empresa, no dudes en contactar con el equipo de profesionales de Grupo Clave. Nuestros 33 años de experiencia en alta consultoría y los resultados obtenidos nos avalan.

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